MERCEDES FORMICA: 60 AÑOS DE UN ARTÍCULO QUE CAMBIÓ LA SITUACIÓN LEGAL DE LA MUJER ESPAÑOLA

Por Carlos Javier Galán, abogado
Publicado en su blog La nota discordante, 11/11/13
 
La reciente Cumbre de Mujeres Juristas, celebrada con éxito en el Colegio de Abogados de Madrid, señaló el camino que aún queda por recorrer para que la mujer esté representada en los niveles superiores de la judicatura y en los cargos de libre designación del mundo del Derecho, pero no olvidó reconocer en su manifiesto los avances registrados durante la segunda mitad del siglo XX.

La semana pasada se cumplieron sesenta años desde que vio la luz, en el diario ABC, un artículo que estaría destinado a provocar un cambio legislativo, sin duda insuficiente, pero de gran trascendencia para la mujer española de la época.

Su autora, Mercedes Fórmica, había nacido en Cádiz en 1913 (estamos, pues, en el año de su centenario). En 1932 ingresó en la Facultad de Derecho de la Universidad de Sevilla, donde sólo otra mujer compartía aula. Tras el divorcio de sus padres, se trasladó a Madrid, donde siguió sus estudios en la Universidad Complutense. Enfermó en el curso 1934-35 y su familia marchó a vivir a Málaga, interrumpiendo la carrera en el cuarto año. Tiempo después, retomaría los estudios y su viejo deseo de autosuficiencia económica. Se doctoró en Filosofía y Letras y, en 1948, se licenció en Derecho.

Su voluntad de ingresar en la Escuela Diplomática se ve impedida por un requisito de imposible cumplimiento. “Ser varón, mayor de edad y menor de treinta y tres años. Tener nacionalidad española de origen. No estar casado con extranjera. Poseer título de Licenciado en Derecho o Ciencias Políticas y Económicas”, exigía la convocatoria publicada en el BOE de 10 de octubre de 1949. Mercedes se topa de frente con el retroceso jurídico que el franquismo suponía para la mujer española respecto a la II República: “A la mujer se le admitía en la Universidad –escribió años después- pero a la hora de hacer valer su título le pedían que se convirtiese en hombre”.

Decide entonces darse de alta en el Colegio de Abogados de Madrid. No fueron fáciles sus comienzos. Intentó la pasantía en un bufete, donde le sugirieron que su mera presencia podía resultar “perturbadora”. En otros despachos tampoco fue aceptada, a pesar de recomendaciones de amigas y colaboradoras. Comenzó a ejercer por su cuenta y a atender los asuntos que le asignaban en el turno de oficio.

Así llega a la mesa de su despacho el caso de Antonia Pernía. Apuñalada brutalmente por su marido, había sobrevivido milagrosamente. No era la primera vez que resultaba agredida por el esposo, pero no había podido separarse: hubiera sido privada de la convivencia con sus hijos, expulsada de su casa y quedado sin recursos, pues la mujer estaba excluida de la administración de los bienes gananciales.

La ley procesal vigente consideraba la vivienda familiar como “casa del marido”, de forma que la mujer que solicitara la separación –por muy justificado que fuese el motivo- debía abandonarla para ser “depositada” en el domicilio de sus padres, de terceras personas o incluso en un convento, mientras se resolvía la controversia. La separación la resolvían los tribunales eclesiásticos determinando, normalmente varios años después, si la causa alegada era justificada o no, y concediendo la separación o, por el contrario, obligando a reunirse de nuevo al matrimonio, en cuyo caso no resulta difícil imaginar en qué situación quedaba la mujer.

Mercedes escribió para el ABC dirigido por Luis Calvo un artículo, El domicilio conyugal, denunciando esta situación. El texto sufrió una retención por parte de la censura hasta que el 7 de noviembre de 1953 pudo ver por fin la luz. Lo firmaba: Mercedes Fórmica, letrado del Ilustre Colegio de Abogados de Madrid.

Tras la publicación, se generó un intenso debate y, durante semanas, el periódico recibía decenas de cartas diarias. Se escribieron numerosos textos de opinión acerca de la polémica suscitada. Pronto el rotativo madrileño publicó también una encuesta realizada entre prestigiosos juristas, como Ramón Serrano Suñer, Antonio Hernández Gil, Antonio Garrigues Díaz-Cañabate, José María Ruiz Gallardón, Alfonso García Valdecasas, Joaquín Calvo Sotelo y una extensa lista. El debate iniciado por Mercedes Fórmica trascendió nuestras fronteras: el británico Dayly Telegraph, la revista norteamericana Time, el diario argentino La Prensa, periódicos alemanes, suizos, daneses, suecos, y de varios países de Iberoamérica se hicieron eco… La revista Holiday la cita como una de las cuatro mujeres más destacadas del año. La reportera Inge Morath (de la agencia Magnus Capa, colaboradora de Life, Vogue o París Match entre otras) viajó a Madrid para conocer y fotografíar a Mercedes. Hasta el semanario clandestino de la CNT reseñó la “interesante cuestión” planteada por la abogada.

Mercedes Fórmica consideró que, para lograr su propósito de impulsar una reforma legal en estos aspectos, debía optar por un criterio práctico y obrar con cautela, pues los sectores más cerrados del régimen sospechaban que se trataba de una maniobra izquierdista para restaurar el divorcio. Planeó una entrevista con Franco y, para disipar recelos, la solicitó a través de la Sección Femenina y se hizo acompañar por un sacerdote letrado. El dictador se mostró receptivo a algunas cuestiones e instó a la abogada a reunirse con el Ministro de Justicia. Mercedes visitó a Iturmendi esa misma mañana y le dijo con desparpajo “quiero que sepa que soy muy pesada, pesadísima” y le aseguró que insistiría “hasta que consiga el cambio”. “Sería magnífico –le sugirió- que usted recibiera la gratitud de tantas mujeres”.

Mercedes continuó dando conferencias, concediendo entrevistas y escribiendo artículos. En 1954, el propio presidente del Tribunal Supremo, José Castán Tobeñas, hizo referencia, en la apertura del año judicial, a las reclamaciones planteadas por la abogada y escritora. En 1956, a raíz de otro caso legal, retomó con intensidad su campaña.

En 1958 llegó por fin la ansiada reforma legal, la más extensa desde la promulgación del Código Civil, y que afectó a la redacción de más de sesenta artículos. Un periódico usó el término “reformica” para referirse a aquella modificación legislativa, jugando con el apellido de su promotora y apuntando a la vez lo limitado de la misma. Pero no habría que caer en el error de minusvalorar lo que supuso en la práctica para millones de mujeres españolas de la época. Ciertamente, no cambiaba la visión de la autoridad del marido sobre la familia, pero sí se amplió la capacidad de obrar de la mujer, se sustituyó el concepto jurídico de casa del marido por vivienda familiar con posibilidad de atribución judicial a la esposa, desapareció la denigrante institución del "depósito" de la mujer separada, se modificó el régimen de custodia de los hijos en caso de separación, se comenzó a exigir consentimiento de la esposa y no sólo del marido para disponer de los bienes gananciales, se equiparó el tratamiento legal del adulterio del varón al de la mujer, se suprimió la pérdida de patria potestad de la viuda que contraía nuevas nupcias... y cambiaron otras muchas y variadas disposiciones que hoy nos suenan aberrantes, pero que en los años cincuenta ni siquiera se discutían y sólo el empeño de una mujer consiguió colocar en el centro del debate social.

¿Por qué se ha condenado al olvido a Mercedes Fórmica? No me cabe duda de que ha sido por su adscripción política, que resulta antipática a derecha e izquierda. Mercedes se afilió a la Falange fundacional en su época universitaria y nunca se apeó de su admiración por José Antonio, al que había tratado personalmente. Tras su fusilamiento, se mostró contraria a que se manipulasen por el incipiente régimen franquista "unas ideas en trance de formación, para desvirtuarlas, sabiendo que los que detentaban el poder no creían en ellas”. En el primer tomo de sus memorias se muestra rotunda: “Confundir el pensamiento de José Antonio con los intereses de la extrema derecha es algo que llega a pudrir la sangre. Fue la extrema derecha quien le condenó a muerte civil, en espera de la muerte física, que a su juicio merecía".

Pero daría absolutamente igual la adscripción política de Mercedes o el juicio que ésta merezca a cada cual. Si no viviéramos en un país tan sectario, tendría que ser reconocida como una figura que luchó innegablemente por mejorar la situación femenina en España. Y que consiguió algunos frutos nada desdeñables, con repercusión práctica positiva en la vida de muchas mujeres, dos décadas antes de que nuestro ordenamiento proclamase la plena igualdad jurídica.

Aparte de esta batalla legal, Mercedes Fórmica desarrolló una intensa labor cultural, dirigiendo la revista Medina o editando la colección divulgativa La novela del sábado. Como escritora publicó obras narrativas como Bodoque (Revista de Occidente, 1945), Monte de Sancha (Luis de Caralt, 1950; reeditada en 1999 por El Aguacero), La Ciudad perdida (Luis de Caralt, 1951) y Collar de ámbar (Caro Raggio, 1989), y biografías históricas como La hija de D. Juan de Austria (Revista de Occidente, 1975), o María de Mendoza (Caro Raggio, 1979). La desigualdad jurídica de la mujer también centró su novela A instancia de parte (Cid, 1955. Reeditada en la Biblioteca de Escritoras de Castalia en 1991), que fue galardonada con el Premio Cid de la Cadena SER por un jurado del que formaban parte Dámaso Alonso, Melchor Fernández Almagro, Dionisio Ridruejo y Carmen Laforet, entre otros.

Escribió sus interesantes recuerdos en La infancia (publicado por la Junta de Andalucía en 1987) y en la trilogía Pequeña historia de ayer, formada por los tomos Visto y Vivido (Planeta, 1982), Escucho el silencio (Planeta, 1983) y Espejo Roto y Espejuelos (Huerga y Fierro, 1998). Los dos tomos que publicó Planeta en los ochenta se han reeditado ahora agrupados en un solo volumen por la editorial Renacimiento bajo el título Memorias (1931-1947).

En los años noventa tuve algún contacto epistolar con Mercedes Fórmica, a raíz de publicar yo una reseña sobre la reedición de su novela A instancia de parte. Le escribí a su casa de Madrid la primera vez para enviarle copia y ella me contestó tiempo después cariñosamente, creo recordar que desde Málaga. En alguna conversación telefónica, nos emplazamos a un encuentro personal que nunca llegó a producirse: se interpuso el implacable Alzheimer.

Mercedes murió en abril de 2002, a los 88 años. No dejó de ser nunca esa mujer inteligente, llena de sentido común, hermosa y amable, que combinaba la elegancia en las formas con la elegancia espiritual. Y fue también durante toda su vida una luchadora, sin aspavientos pero con admirable tenacidad, contra cada injusticia que encontró a su paso.

UNIÓN DE ABOGADOS APOYA LAS CONCENTRACIONES CONTRA LAS TASAS JUDICIALES

El próximo 20 de noviembre el Consejo General de la Abogacía y Colegios de Abogados de toda España han convocado concentraciones ante las sedes judiciales, contra las tasas judiciales, al cumplirse el primer año desde su imposición.
 
Como señala la convocatoria, "la finalidad de estas concentraciones es informar como abogados a la ciudadanía de la gravedad y perniciosa incidencia de esta ley, pues la limitación del acceso a la justicia supone no sólo una vulneración del derecho fundamental a la tutela judicial efectiva, sino y además, una restricción para exigir y hacer valer todos los demás derechos".
 
Desde la asociación profesional Unión de Abogados, apoyamos esta iniciativa e invitamos a sumarse activamente a la misma.

EL PRESIDENTE DE UNIÓN DE ABOGADOS ENTREVISTADO POR HISPANIAINFO


El actual presidente de la asociación Unión de Abogados, Alberto Gugel, ha sido entrevistado por el portal Hispaniainfo. En la entrevista se abordan sus distintas facetas: su trayectoria personal, su activismo político y su labor como jurista comprometido con valores.
 
Para el presidente de U.A., "el Derecho sólo tiene su sentido si es un instrumento de pacificación social; si no, puede ser de lo más dañino". Gugel hace referencia a los valores del personalismo cristiano que aparecen en los estatutos de nuestra asociación: "Asumir el personalismo cristiano como abogados es defender la vida de todos los seres humanos desde su concepción hasta su muerte, como derecho fundamental. Defender la familia, matrimonio de un hombre con una mujer abierto a la procreación. Defender la primacía del trabajo sobre el capital en las relaciones económicas. Defender el abogado de a pie, independiente, artesano del Derecho. Defender a los Colegios de Abogados como mecanismos independientes, controladores de los poderes públicos. Defender el respeto a los símbolos religiosos que existen en el Colegio de Abogados de Madrid. Hay abogados de Madrid que todavía no conocen que el nacimiento del Colegio de Abogados de Madrid, que tuvo lugar en Alcalá de Henares, se ligó a la defensa de la Inmaculada Concepción de María... etc. Y esto lo pueden acoger todos los abogados de Madrid, con independencia de que sean religiosos, ateos o agnósticos. Si ellos, desde su buena voluntad, llegan a la misma conclusión, adelante, en Unión de Abogados no hacemos exclusiones".
 
DE LA LABOR DIVULTATIVA A LA IMPLICACIÓN EN LA VIDA COLEGIAL
 
Recuerda que la actividad de la asociación ha sido durante años fundamentalmente "formativa y divulgativa: nos hemos dedicado a organizar charlas, conferencias, estudios de reformas importantes como la Ley de Enjuiciamiento Civil, etc.", pero que el año pasado dio un salto cualititativo al impulsar "una de las candidaturas al Decanato del Colegio de Abogados", línea que trabajo que ha continuado este año, apoyando "a dos compañeros que se presentaron al Consejo de la Mutualidad de la Abogacía".
 
Respecto a las reformas laborales del gobierno Rajoy, con la progresiva descausalización jurídica de los contratos laborales, Alberto Gugel se muestra muy crítico: "España ha perdido su soberanía económica y está en manos de los poderosos de Europa, que han señalado un modelo económico que conlleva un nuevo sistema de relaciones laborales que siempre va a beneficiar al fuerte, al poderoso, en este caso a las grandes empresas, que son las que utilizarán sobre todo dichas reformas. Por otro lado surgirá la picaresca…Pero no nos debemos olvidar que en Derecho Laboral el principio que prima es el 'pro operario'. Los jueces tienen una maravillosa oportunidad para ser independientes. Al final, si no lo evitan los jueces, va a haber más economía sumergida en las pequeñas empresas, más trabajadores autónomos y, en general, el contrato de trabajo se va a parecer más a un contrato de adhesión mercantil como los que firmas con los bancos, empresas de telefonía, etc."
 
POR LA INDEPENDENCIA JUDICIAL
 
Preguntado por la forma de elección del CGPJ, el máximo responsable de U.A. es rotundo: "El Consejo General del Poder Judicial es un órgano político, cuyos miembros son elegidos por los partidos políticos. Sin embargo, es el órgano que controla toda la carrera judicial, desde su entrada, todos sus nombramientos, y el procedimiento e imposición de sanciones en su caso a los jueces expedientados. Nosotros creemos en la independencia judicial. Por tanto, los miembros de su órgano rector deben ser elegidos por los propios jueces, sin interferencia de los partidos políticos".
 
Preguntado sobre cómo atajar los incumplimientos legales y de sentencias judiciales por parte de comunidades autónomas, Alberto señala que "para eso están el Ministerio Fiscal y los jueces. Desde mi punto de vista, en la II República Española se actuó de forma más clara y contundente contra las veleidades separatistas de la alta burguesía catalana. En nuestra Constitución vigente, el artículo 2 la fundamenta en la indisoluble unidad de la nación española… El artículo 155 detalla el procedimiento que el Gobierno debe iniciar contra la Comunidad Autónoma, cuando incumpla gravemente o 'atente gravemente al interés general de España', y el artículo 8 señala que las fuerzas armadas tienen como misión garantizar la soberanía e independencia de España, defender su integridad territorial y el ordenamiento constitucional”.
 
Gugel se muestra también crítico con la reforma constitucional que introdujeron en septiembre de 2011 conjuntamente el PP y el PSOE a hurtadillas para consagrar el principil neoliberal de equilibrio presupuestario: "Con la firma y posterior aprobación por parte de las Cortes de España, no olvidemos que no hubo referéndum, del Tratado de la Unión Europea, el Derecho aprobado por sus órganos pasó a formar parte de nuestro ordenamiento jurídico o bien de forma directa, mediante los Reglamentos, o de manera indirecta, a través de las Directivas. Esto es así por la propia Constitución Española que en su artículo 96 lo establece. Por lo tanto, lo que hicieron los dos partidos mayoritarios es ser consecuentes con la firma de dicho Tratado. España ha perdido mucha soberanía, sobre todo económica, pero no se quiere decir claramente por ningún partido político".
 
LAS TASAS JUDICIALES, EL MAYOR ATAQUE A LA TUTELA JUDICIAL EFECTIVA
 
Respecto a la imposición de tasas judiciales, el presidente de Unión de Abogados lo considera "el mayor ataque que se ha producido contra el derecho fundamental a la tutela judicial efectiva". Opina que "si antes ya existía una diferencia, por las presiones que tienen los jueces, ahora, efectivamente, va a haber Justicia para ricos y Justicia para pobres. Nosotros apoyamos en su día la interposición de dos recursos, uno contencioso administrativo porque no se cumplieron los plazos establecidos por la propia Ley en su aplicación y otro de amparo ante el Tribunal Constitucional". La imposición de tasas en vía de recursos es sumamente dañina para Alberto Gugel, por cuanto "los recursos eran un instrumento que teníamos los abogados para controlar errores o arbitrariedades de los tribunales. Un recurso de apelación supone 600 euros, más el 0'5% del valor económico si es persona jurídica quien lo interpone y el 0'1% si es persona física, a lo que hay que añadir los honorarios de procurador y abogado. ¿Quiénes van a poder a recurrir a partir de ahora? Los que les compense gastarse esa ingente cantidad de dinero o los que lo tengan".
 
Respecto a la anunciada reforma de la legislación sobre el aborto, Gugel no tiene claro qué diferencias sustanciales habrá entre la vigente Ley Aído y la futura Ley Gallardón sobre la materia y si ésta será una simple copia de la Ley Ledesma del 85: "El hecho cierto es que existen grandes presiones para que su contenido no varíe mucho de la Ley actual, que despenalizó la práctica del aborto e incluso, de forma aberrante, la constituyó como un nuevo derecho. A este respecto quiero decir que hay un gran grupo de presión de ámbito mundial que quiere que las Naciones Unidas conviertan al Aborto en un Derecho Fundamental. A lo mejor el Gobierno está esperando a eso".